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Proyecto apoyado por el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes

domingo, 21 de junio de 2009

Los dos soñadores


En Isfahán, Persia, vivía hace mucho tiempo un hombre pobre. Lo único que tenía era una humilde casa baja color tierra. Delante de la casa había un pedregal. Atravesando el pedregal se llegaba a una higuera junto a la que manaba una fuente. Estos eran todos sus bienes.

Este hombre, que trabajaba mucho y ganaba poco, tenía como costumbre dormir la siesta a la sombra de la higuera. Un día, al dormirse con la nuca tocando el tronco del árbol, tuvo un sueño. Caminaba por una ciudad majestuosa, por una calle en la que se vendía fruta, especias y telas de todos los colores. A lo lejos, en el cielo azul, se distinguían los minaretes, los templos, los palacios color oro. El pobre hombre contempló encantado tanta riqueza, tanta belleza y los rostros de la multitud que le rodeaba. Llegó al borde de un río y caminó hasta el lugar en el que un puente de piedra cruzaba las aguas. Debajo del puente encontró un gran cofre abierto y dentro un tesoro de piedras preciosas. Entonces escuchó una voz que le dijo: "Estás en la gran ciudad de El Cairo, en Egipto. Y estos bienes, amigo, te son prometidos".

Al escuchar estas palabras el hombre despertó en Isfahán y pensó que Alá había decidido hacerle rico. "Este sueño es fruto de su infinita bondad" se dijo. Hizo su macuto y partió en dirección hacia El Cairo.

El viaje fue largo y peligroso, pero el buen hombre tenía pies firmes y buena salud. Escapó de los salteadores de caminos y de las bestias salvajes. Después de tres semanas llegó a El Cairo. Encontró la ciudad tal y como la había soñado: las mismas calles, la fruta, las especias, las telas de todos los colores, la misma gente y a lo lejos, en el cielo azul, los mismos minaretes, que le sirvieron de guía. Llegó así al mismo río y al mismo puente de piedra. Corrió hacia el lugar en el que había visto el cofre y allí, en su lugar, encontró a un mendigo que extendía su mano y rogaba por un mendrugo de pan.

El perseguidor de sueños, desolado y exhausto, se dijo: "No merece la pena seguir viviendo. Nada bueno me reserva ya este mundo". Dispuesto a tirarse al río, el mendigo le agarró por los pies, le cogió por los hombros y le gritó: "¿Por qué quieres morir, pobre loco?". Entonces el mendigo escuchó la historia del sueño y el viaje desde Isfahán.

"He aquí al hombre más idiota sobre la tierra", rió el mendigo. "¡Qué locura emprender tan peligroso viaje sólo por un sueño! Creía ser estúpido pero, al verte, me siento tan sabio como un santo derviche. Escúchame: todas las noches, desde hace años, sueño que estoy en un pueblo que no conozco. Su nombre es Isfahán. Hay una pequeña casa baja de color tierra. Delante hay un pedregal y, si lo cruzo, llego a una higuera que crece junto a una fuente. Todas las noches, en mi sueño, cavo un hoyo profundo al pie de esta higuera y encuentro un cofre repleto de piedras preciosas. ¿Crees que alguna vez he pensado en correr detrás de este espejismo? No. Soy un hombre razonable. Me quedo aquí tranquilamente, mendigando bajo este puente. El sueño miente, dice el proverbio. Debes quedarte allí donde Dios te pone. Ahora vete, medita y en el futuro sé menos ingenuo. Así vivirás mejor".

El pobre hombre abrazó al mendigo y regresó a Isfahán a toda prisa. Al llegar corrió hacia la higuera y excavó un hoyo profundo a sus pies. Así encontró un inmenso tesoro. Y posó su rostro sobre la tierra y rezó: "Alá es grande y yo soy su cachorro".

OMAR KAYYAM (1048-1131), poeta y astrónomo persa

martes, 26 de mayo de 2009

El fuego y la espera

Al Dios bíblico le gustan las metáforas. Nos habla a través de ellas. Todo es un “como si”, “como de”, igual que cuando se intenta explicar un sueño, una visión, un amor de esos que hacen daño, queman, como-si de fuego purificador se tratase. Alguien escucha y algo comprende. Alguien lo escribe. Alguien lo lee. Alguien corrige. La Biblia es una sucesión de capas de significados, de diversos grados de espesor, que se han ido sedimentando en el texto hasta llegar a nosotros. Comprender sus metáforas es complicado, más de lo que parece, probablemente porque algunas de ellas nos llegan desde un tiempo remoto, desde un lugar desconocido en el que las gentes hablaban otro idioma y llevaban dentro de su cráneo otro tipo de mente. Aun así se puede encontrar conexión, un sentir en común, que puede servir para diversos fines. Entre ellos el viaje. Leer un libro es desplazarse, alterar la propia identidad y el mundo que a uno le rodea. Todo un consuelo.

Jeremías recibe la llamada de Yahvé a los 12 años, una edad en la que todo parece sueño. Al contrario que otros profetas, como Isaías o Ezequiel, no llega a vislumbrar el trono divino, el manto, el velo, ni siquiera los querubines. Llegan a él dos visiones sucesivas que le son interpretadas por el propio Yahvé. Esta es la primera de ellas:

La palabra de Yahvé vino a mí diciendo: ¿qué ves, Jeremías? Y dije: veo una vara de almendro. Y me dijo Yahvé: Bien has visto; porque yo velaré sobre mi palabra para que se cumpla” (Jer 1, 11-12)

Los problemas de traducción son inevitables. “Yo velaré sobre mi palabra” ha sido también visto como “yo vigilaré”, “yo miraré por”, “yo miraré hacia”… La metáfora parece radicalmente sencilla a primera lectura. Sin embargo, todo depende de quién sea el lector. Personalmente siempre pensé en la vara de almendro como instrumento de castigo. Las cortábamos aún verdes en la orilla del río y jugábamos a golpearnos con ellas. Son perfectas para hacer daño, para quemar sin dejar marca. Haciéndola caer rápido provoca un escozor intenso, una quemazón que se extiende por debajo de la piel. Es ya legendario su uso en las escuelas de hace un tiempo. Los curas corregían a los alumnos, ahogaban sus tentaciones con múltiples varazos sobre las manos. Un escozor sustituía a otro.

Los primeros rabinos vieron en el almendro el símbolo de la autoridad divina, el Cetro. Podría ser un almendro el árbol de Jesé, con sus doce ramas como doce tribus de Israel, con la promesa de que un Mesías brotaría de su tocón. En Números 17,16-27 Aarón ve como nacen de su vara los brotes del almendro, significando que Dios le respalda, está con él y no con sus rivales. El almendro es saqed en hebreo, “el que vigila”, “el centinela”. En Génesis 30 Jacob utiliza una serie de varas mágicas para enriquecerse, entre ellas una de almendro.

Pero la metáfora no está completa. No nos llena. Lo crucial aquí es saber que el almendro florece pronto, muy pronto. En febrero es posible ver almendros en flor, si los respetan las heladas. Y en las tierras bíblicas llega a florecer en enero, tal y como nos informa Plinio. El almendro llega antes que ninguna otra flor y vela por la primavera, vigila, mira por ella, hacia ella, esperándola. Es posible encontrar traducciones que lo dejan más claro todavía:

Y me dijo Yahvé: Bien has visto; porque yo apresuro mi palabra para ponerla por obra”.

Es más fácil comprenderlo así aunque una gran parte del significado desaparece. No es prisa lo del almendro. No parece que deba Dios apresurarse por nada. ¿Qué sentido tiene la prisa en un ser omnisciente, creador del universo, o en un vegetal prácticamente inmortal? No, lo del almendro es símbolo, es anuncio de llegada, promesa. Cuando uno se encuentra con un almendro en flor en pleno febrero, con el termómetro rozando los cero grados, se puede sentir admiración por lo insólito de las flores en un entorno invernal, profunda pena por la posibilidad de que una helada lo aniquile, sorpresa al ver un árbol tan suicida, tan prematuro. Desde lejos pueden parecer árboles cubiertos de nieve. En realidad son flores frágiles que se convierten el polvo si las atrapamos en la mano.

Hasta que llegue la primavera, si es que llega, soñamos, como Jeremías, con el “brote” de almendro (mejor traducirlo así). No es la vara de los curas. Es la promesa de que algún día se irá el frío, volverá el calor y la quemazón que nace de dentro. Las chicas se quitarán casi toda la ropa para pasearse bajo el sol, bajo la mirada escrutadora del que todo lo sabe, del que todo lo ve. El Centinela. 




lunes, 25 de mayo de 2009

Black Sun

El poder de un signo: la guerra o el desarrollo de conciencia, destrucción o crecimiento...? Tren de imágenes.





domingo, 24 de mayo de 2009

Mesianismo judío y el Siervo de Yahvé: contradicción y consuelo

MESIANISMO JUDIO Y EL SIERVO DE YAHVE: CONTRADICCION Y CONSUELO

ABSTRACT

Se lleva a cabo un breve repaso de las diferentes figuras mesiánicas desarrolladas en el seno del judaísmo durante el periodo del Segundo Templo. El mesianismo del Siervo de Yahvé recibirá una atención especial, tanto el del texto de Isaías donde se origina esta tradición como el de las revisiones posteriores, incluyendo entre estas la lectura que los primeros cristianos realizaron de la figura del Mesías sufriente. Se ofrecerán tres interpretaciones sobre el significado y funcionalidad del justo sufriente, una de ellas asentada en la teoría comunicacional, otra basada en la interpretación que René Girard hizo de los Evangelios. Por ultimo el autor ofrece su particular visión, fruto de una combinación de las dos anteriores.

A review on the principal messianic figures of Second Temple Judaism is carried out. The Servant of Yahweh messianism receives special attention, following Isaiah’s text that gave birth to this tradition as well as later revisions, including the first Christians’ view of the suffering messiah. Three interpretations about the meaning and functionality of the suffering just are offered. One focused on communication theory, another on Rene Girard’s interpretation of Gospel texts. Finally the author offers his personal view, resulting from a combination of the two precedents. 

Para acceder al documento, haga click aquí.

sábado, 23 de mayo de 2009

La versión del mito del "Faust" en la película cinematográfica de Jan Svankmajer (I parte)



Autor: Mariano D'Anza

Deseaba introducir como nuevo argumento de este blog, dedicado también al mito y a la reflexión sobre su importancia en el mundo contemporáneo, este trabajo del director pragues Jan Svankmajer, sobre el "Faust".

EL DIRECTOR 
Jan Svankmajer es conocido en el mundo del cine, como un director original y muy interesante, sobre todo por su matiz eminentemente surrealista. Algunos de sus trabajos han sido colgados en una reseña ideal del cine de animacion, proyecto llevado a cabo por aquel otro eminente representante del surrealismo anarquista que es Terry Gilliam. Su técnica de dirección cinematográfica es una mezcla de geniales efectos de stop-motion combinada con la actuación normal de 
personas en carne y hueso, con resultados a mitad entre lo inquietante, el sarcástico y , en el caso del "Faust", lo numinoso. 

EL TEMA 
Quienquiera que sea que tenga la intención de acercarse mas al personaje arquetipo del Faust no puede evitar de destacar unos elementos que siempre se repiten. El tema del trato con el demonio para conseguir la inmortalidad, la inquietud que conlleva la búsqueda de la sabiduría (del conocimiento entendido como sed de experiencias), el tema de la nostalgia por la juventud perdida vivida como la perdida de algo irrepetible no puede no llamar la atención de un publico contemporáneo. Hace treinta anos, un grande investigador de lo simbólico y lo religioso, el italiano Elemire Zolla ahora desaparecido, describía exactamente este vacío y este miedo al tiempo que transcurre. En su libro "Volgarita e dolore" (vulgaridad y dolor), escrito en el '62, el autor tomaba como blanco el mundo burgués- industrial de aquellos tiempos, culpable de haber sustituido al antiguo mundo ordenado por los símbolos y los ritos, un mundo fáctico, hecho de repetitividad demoniaca, de ansia y sed generalizada y continua, de continua insatisfacción. Echamos un vistazo mas de cerca a la figura del Faust tal como la conocemos, tal como, por ejemplo nos la describe Johann Wolfgang Goethe. El Faust es un viejo que por su edad avanzada ya se acerca a la muerte, pero cuyo corazón no puede parar de latir a la eco de los viejos tiempos de la juventud perdida. Sabemos por Goethe que Faust es un sabio, un alquimista, otro símbolo que mas que la sabiduría indica una tensión, casi una manía a penetrar en lo mas hondo del misterio de la vida, en el corazón mismo de lo prohibido. Sabemos que hay solo un limite al deseo infatigable de Faust, este es el tiempo y faust esta doloridamente consciente de eso. Pues nos viene de preguntar: "Que ha hecho Faust durante su juventud, para echarla tanto de menos? Es que se ha pasado toda su mejor temporada a empollar sobre libros de alquimia?" pero eso no puede ser y si planteamos así la pregunta es por nuestra natural crueldad porque sabemos de sobra que no hace falta la edad avanzada para echar de menos al tiempo mítico de la juventud. Faust se mueve (a pesar de sus tratos humanos que están estudiados para que nos se acerque mas) en el mundo de los símbolos y lo sabe muy bien. El "Jardín de las delicias" de Bosch esta estudiado para representar la juventud y su marca es la desnudez. La desnudez de Bosch es abrumadora, porque quita de sentido incluso a la venerabilidad de la vejez, un anciano desnudo es algo sucio, porque ofrece el espectáculo asqueante del decaimiento a los ojos de todos, es mas es una condena a la juventud perpetua es el revés de nuestro culpable deseo de una eterna juventud es la condena al espectáculo del decaimiento perpetuo, sin la bendición de la muerte. 

(Final de la primera parte)

viernes, 22 de mayo de 2009

El religiocentrismo en la búsqueda de Mircea Elíade

Autor: Juan Manuel Fajardo Andrade

RESUMEN:
Se realiza una lectura crítica del escrito metodológico de Mircea Eliade sobre Historia de las Religiones, La Búsqueda. Se trabaja sobre los primeros cuatro capítulos donde deja entrever las bases filosóficas, históricas y metodológicas de su propuesta. A partir de estos capítulos parece evidenciarse con claridad el carácter religiocéntrico de su propuesta. Esto es lo que en el presente trabajo se aborda, un estudio detallado de énfasis y referencias hechas por el propio Eliade, teniendo como marco de análisis la noción de religiocentrismo propuesta por el prof. Díez de Velasco.


Para acceder al documento, haga click aquí.

jueves, 21 de mayo de 2009

Ecos de Avicena en el pensamiento de María Zambrano

Avicena, como se le conoce en España, fue uno de los filósofos medievales más importantes y prólificos en legua árabe. Un hombre sabio, que logró conjugar el ejercicio riguroso de la razón con la inspiración poética y la devoción religiosa. Su influencia no puede ser descartada en la trayectoria de otra pensadora igualmente grande: María Zambrano.

Avicena, as is known in Spain, was one of the greatets and more prolific medieval philosophers in arabian lenguage. A wise man, who could combine a rigorous rational work whith the poetic inspiration and the religious devotion. His influence can't be ignore in an other great humanistic thinker: María Zambrano.

Para leer el artículo completo, haga click aquí.

miércoles, 20 de mayo de 2009

Sobre el sentimiento trágico y la poesía

Una manera de leer el Sentimiento trágico de la vida desde la perspectiva del hito literario y sociológico conocido como la Muerte de Dios. Únicamente puede morir o ser asesinado lo que ha estado vivo. La poesía moderna se alimenta de este crímen para llevar lo religioso a un punto verdaderamente problemático. Unamuno no puede entender un Dios viviente sino a través de esta misma agonía.

A way of reading The tragic feeling of life from the perspective of the sociologycal and literary event know as the Dead of God. Only can die or be murdered what was alive before. The modern poetry takes its inspiration from than crime in order to take the religios to a really problematic point. As well, Unamuno can't understand a living God but trough this agony.

Para leer el artículo completo, haga click aquí

viernes, 15 de mayo de 2009

Eventos promocionados por Amenti

Para acceder a más información del evento, sólo de click al link.


Si sabes de algún evento sobre temática religiosa y quieres que lo publiquemos en esta lista, envíanos todos los datos sobre éste al correo: amentiblog@googlegroups.com

¿Qué es Amenti?




1. Amenti: investigación en ciencias de la religión


Amenti es un grupo de individualidades que coinciden en el estudio y amor por las tradiciones religiosas en toda la riqueza que aportan a la sociedad contemporánea.

Desde diversos enfoques y experiencias (filosofía, psicología, literatura, antropología, etc.) se busca un equilibrio entre la labor rigurosa de investigación avalada por el Instituto Universitario de Ciencias de las Religiones de la Universidad Complutense de Madrid y la reflexión personal.

Este grupo invita a compartir una identidad heterogénea y dinámica, abierta a quien busque aportar algo en torno al fenómeno religioso desde su propia experiencia vocacional.


2. Amenti: significado

La voz egipcia "Amenti" es traducida comúnmente como "occidente". Ahora bien, su significación más propia es «región escondida», de modo que este término remonta a uno de los nombres del infierno egipcio.

En el capítulo XV del Libro de los muertos se expresa: «A la tarde el sol vuelve su faz hacia el Amenti.» Las creencias egipcias habían asimilado la vida humana a la jornada solar, y por eso al declinar la existencia el alma, desprendida del cuerpo por la muerte, descendía a la región inferior, hasta llegar al Amenti o sala del tribunal de Osiris, juez supremo que asistido por 42 asesores decidía la suerte futura de la misma. De aquí que el Amenti fuera llamado el país de verdad de palabra. El Amenti estaba personificado en el panteón egipcio por una diosa llamada Amen-t con la cabeza coronada por el grupo jeroglífico del Occidente, y por otra diosa de tocado isiaco llamada Merseker, es decir, «amante del silencio.»

Que lo sagrado sea siempre una posibilidad...